Toda persona que se lucra mediante la comisión de un delito, pretende disfrutar de las citadas ganancias. Para ello, normalmente tiene que darle una apariencia de legalidad ocultando la procedencia de ese dinero. Blanquear dinero en efectivo es una de las mayores preocupaciones de organizaciones criminales de todo tipo.
Aunque las tipologías de blanqueo son muy diversas y están en constante evolución, la mayor parte de ellas tienen un denominador común: los paraísos fiscales.
Paraísos fiscales y sociedades instrumentales
Los paraísos fiscales, también conocidos como centros offshore, ofrecen una amplia gama de herramientas para garantizar la opacidad del titular real de los fondos depositados en sus jurisdicciones. Una pieza fundamental en el engranaje de los paraísos fiscales es la sociedad instrumental.
La Circular 1/2011 de la Fiscalía General del Estado, indica que una sociedad instrumental se caracteriza por “la ausencia de verdadera actividad, organización, infraestructura propia o patrimonio” y que son utilizadas “como herramientas del delito o para dificultar su investigación”.
Aunque poseer una sociedad instrumental no está tipificado como delito, la Ley 10/2010 de prevención del blanqueo de capitales y de la financiación del terrorismo, establece una serie de obligaciones de prevención del blanqueo de capitales y de la financiación del terrorismo a los sujetos obligados para proteger la integridad del sistema financiero y de otros sectores de actividad económica.
Los papeles de Panamá: el atraco del siglo
El siguiente video forma parte del documental “Los papeles de Panamá: el atraco del siglo” emitido en Documentos TV el 4 de octubre de 2016 por la 2 de TVE. Este documental, comienza con la investigación llevada a cabo por más de 300 periodistas de investigación que culminó con la filtración de miles de documentos del bufete de abogados panameño, Mossack Fonseca.
En dicho video, los periodistas de Cash Investigation muestran la facilidad con la que es posible crear una sociedad instrumental. Actividad que, como hemos dicho anteriormente, no constituye un delito. Pero también muestran la facilidad con la que es posible alimentar una cuenta bancaria con dinero en efectivo.
Blanqueo para principiantes
Los protagonistas del video, escriben las palabras “sociedad offshore” en un buscador, y acceden a una de las primeras páginas web que aparecen. Se trata de una sociedad suiza denominada Fidusuisse. Esta empresa garantiza el anonimato de sus clientes y oferta la creación de sociedades instrumentales en paraísos fiscales.
Se ponen en contacto con dicha sociedad y conciertan una reunión haciéndose pasar por un empresario que quiere pagar la menor cantidad posible de impuestos. Dicha reunión se produce en las oficinas de Fidusuisse en Bruselas, donde una agente comercial le explica el funcionamiento.
El pack completo
Por el módico precio de 3850 euros, Fidusuisse se encarga de crear una sociedad en Delaware (EEUU), cuyo director es un ciudadano británico residente en Sudáfrica. El precio también incluye la creación de una cuenta bancaria a nombre de la citada sociedad en una entidad bancaria de Nueva Zelanda, que nos facilita una tarjeta de crédito con la que disponer del dinero en cualquier momento y en cualquier lugar. Hasta ahora todo legal.
El punto en el que se cruza la línea de la legalidad llega cuando el periodista de Cash Investigation, se interesa por la posibilidad de alimentar dicha cuenta con dinero en efectivo, advirtiendo que se trata de dinero negro de la promoción inmobiliaria. Fidusuisse le responde que puede hacerlo. Hablamos de blanquear dinero en efectivo.
Una cita clandestina
Para alimentar la cuenta bancaria de un cliente con dinero en metálico, Fidusuisse cita al mismo en un hotel de lujo, para que le entregue el dinero en efectivo a uno de sus colaboradores. Ese colaborador recibe el dinero, lo cuenta y después abandona el lugar con el efectivo.
La misma cantidad de dinero en efectivo entregada al colaborador de Fidusuisse es transferida a la cuenta bancaria de Nueva Zelanda del cliente tras el cobro de una comisión por dicho servicio. En este caso, la sociedad que transfiere el dinero tiene sede en Hong Kong.
¿Como funciona?
Es decir, Fidusuisse dispone de dinero en cuentas bancarias de paraísos fiscales a nombre de empresas instrumentales bajo su dominio. Cuando un cliente requiere alimentar una cuenta con dinero en efectivo, Fidusuisse lo recolecta y lo guarda. Al mismo tiempo transfiere una cantidad igual a la recaudada desde una de sus cuentas en paraísos fiscales a la cuenta del cliente a cambio de una comisión.
Al tratarse de dos jurisdicciones extranjeras, la Agencia Tributaria es incapaz de detectar dicho movimiento de dinero. No obstante, el cliente puede disfrutar de su dinero de forma anónima en cualquier momento y lugar, gracias a la tarjeta bancaria a nombre de su sociedad en Delaware. Blanquear dinero en efectivo está al alcance de todos.