Aunque el contrabando de tabaco no se encuentra entre los delitos más rentables, se trata de un delito que genera enormes beneficios. Además el contrabando de tabaco no sufre el mismo reproche social que otro tipo de delitos, y tiene la ventaja de que los delincuentes se enfrentan a penas menores que las que afrontarían por ejemplo por su participación en un delito de tráfico de drogas.
A pesar de la dificultad para cuantificar el volumen de tabaco de contrabando que entra en el territorio nacional, hay estudios que calculan que en 2017 en torno al 10% del tabaco que se consumía en España, era de contrabando. Esta cifra ha ido subiendo en los últimos tres años, aunque todavía se mantiene a niveles inferiores que los alcanzados durante los años de la crisis económica.
Estas cifras de consumo varían dependiendo de la Comunidad Autónoma. Por ejemplo, en Andalucía, el porcentaje de tabaco de contrabando es el mas alto, ronda el 35%, debido en parte a su cercanía con Gibraltar y a su alta tasa de paro. En cambio, en otras como Comunidades Autónomas como Madrid, el consumo se estima en menos de un 7%,
Tipos de tabaco de contrabando
Hay que destacar que el contrabando en España es un problema de tabaco genuino, no falsificado. De hecho se estima que tan solo un 1% del tabaco de contrabando es falsificado.
Al hablar de tabaco genuino, nos estamos refiriendo a tabaco que ha sido fabricado legalmente en terceros países, siguiendo la legislación y la fiscalidad de dicho mercado, pero que después son distribuidas ilegalmente en otros países, donde normalmente la presión fiscal es mayor.
Este tabaco genuino es introducido de forma ilegal en la Unión Europea y en España, y al evadirse del pago de impuestos se distribuye al consumidor por cauces ilegales, a un precio muy inferior al ofertado por estancos y máquinas expendedoras, que son los únicos puntos oficiales de venta de tabaco.
Origen del tabaco de contrabando
España limita con Andorra y con Gibraltar, jurisdicciones en las que el tabaco tiene un gravamen muy inferior al español. Esto produce que sean puntos calientes del contrabando de tabaco.
Gibraltar, con unos impuestos sobre el tabaco que equivalen al 1% de su precio de mercado, cuenta con un volumen de producto muy superior al necesario para abastecer a su población. De hecho, si los gibraltareños fueran los que tuvieran que consumir todo el tabaco que comercializan en su territorio, cada habitante de la colonia, incluidos niños, tendría que consumir entre 10 y 15 cajetillas de tabaco diarias.
Se calcula que en 2017 la mayor parte del tabaco de contrabando que entraba en España provenía de Gibraltar, lo que suponía aproximadamente el 30%. Andorra por su parte, fue el origen del 10% de ese tabaco ilegal.
De igual manera, se estima que en torno a un 16% del tabaco de contrabando proviene del Duty Free, y otro 5% tiene su origen en las Islas Canarias, donde los gravámenes del tabaco son inferiores a los de la península.
Un 24% del tabaco ilegal tiene otros orígenes, entre donde destacan los países de este de Europa, como Rusia, Ucrania o Bielorrusia, donde el tabaco que es en estos países es fabricado legalmente, cruza las fronteras de la Unión Europea ilegalmente.
Como ya hemos dicho, cuantificar el volumen de tabaco objeto del delito que entra en España es una tarea compleja. Lo mismo sucede a la hora de catalogar el origen de dicho tabaco. Prueba de ello, es que un 14% del tabaco de contrabando tiene un origen desconocido.
Fábricas de tabaco ilegales
En los últimos años, han sido varias las operaciones policiales que han sacado a la luz la existencia de fábricas de tabaco ilegal dentro de nuestras fronteras.
Este hecho pone de manifiesto que las organizaciones criminales dedicadas al contrabando han ido evolucionando. Y es que estas fábricas estaban localizadas generalmente en países fuera de la Unión Europea, y desde estas, el tabaco era trasladado por carretera o por vía marítima a diferentes países europeos, con el consiguiente riesgo a ser detectado en controles policiales o fiscales.
En junio de 2013 fue descubierta la primera fábrica de tabaco ilegal. Se encontraba en Madrid y tenía capacidad de producción de más de medio millón de cajetillas al mes. Desde entonces, han sido desmanteladas en torno a una decena más de fábricas ilegales en diferentes puntos de la geografía española
La última fue desmantelada en Málaga en diciembre de 2017 por la Guardia Civil, en el marco de la operación Dolium. Esta fábrica tenía capacidad de producción de más de 100.000 cajetillas al día, y contaba con una infraestructura en varios países del este de Europa.
Problemas generados por el contrabando
Esta actividad delictiva genera un gran número de problemas en la sociedad, que van desde la pérdida de ingresos del erario público, la proliferación y financiación de organizaciones criminales, y el incremento del desempleo entre otros.
En España los impuestos que gravan el tabaco rondan el 80% del precio, lo que convierte a esta actividad delictiva en un negocio muy lucrativo. De hecho, el contrabando de tabaco genera unas pérdidas a la Hacienda Pública Española de cerca de 1.000 millones de euros, cifra superior a la de la partida presupuestaria del Gobierno Español dedicada a Cultura en 2017.