La Audiencia Provincial de Mallorca condenó en febrero de 2017 a 6 años y 3 meses de prisión a Iñaki Urdangarín por dos delitos fiscales, y por delitos de fraude a la Administración, de prevaricación continuada, de malversación, de tráfico de influencias y de falsedad en documento público.
En junio de 2018, la Sala II del Tribunal Supremo dictó sentencia confirmando dichos delitos excepto el de falsedad en documento público, del que le absolvió por lo que la pena de prisión se ha visto reducida a 5 años y 10 meses. A esta pena hay que sumarle una multa de 512.553 euros y una pena de inhabilitación absoluta de 7 años y 6 meses.
Los dos delitos fiscales cometidos por Urdangarín, ascienden a 255.000 euros y fueron cometidos en 2007 y 2008 a través de la sociedad Aizoon SL. Durante esos años, esta sociedad estaba participada al 50% por la Infanta Cristina y por Iñaki Urdangarín, y percibía el 95% de sus ingresos del Instituto Noos, del que era presidente Iñaki Urdangarín.
El marido de la infanta Cristina, en calidad de consejero y/o asesor, percibió durante estos dos años, retribuciones de entidades privadas que facturó a través de la citada sociedad. De esta manera, Iñaki Urdangarín ocultó al fisco que él como persona física era el verdadero perceptor de dichas retribuciones. Esto tenía como finalidad, beneficiarse del tipo correspondiente al Impuesto de Sociedades en vez del tipo correspondiente al IRPF, lo que supuso una evasión de impuestos por la citada cantidad.
IRPF vs Impuesto de Sociedades
Y es que, los tipos impositivos del IRPF son más elevados que los del Impuesto de Sociedades. Por esta razón, algunos contribuyentes deciden prestar sus servicios a través de una sociedad, aunque crucen la línea de la ilegalidad.
El IRPF es un impuesto que grava la renta de las personas físicas. Esta renta se compone de rentas del trabajo y de rendimientos de capital. Las rentas del trabajo incluyen principalmente los salarios, aunque también otras rentas como las pensiones, y los rendimientos de capital incluyen los derivados de los inmuebles y de los ahorros.
El IRPF es un impuesto progresivo, lo que supone que el porcentaje de la renta que se paga por el IRPF es mayor en una persona que obtiene más renta. El IRPF aplicado a las rentas más altas puede llegar a alcanzar el 48% de las mismas.
Por su parte, el Impuesto de Sociedades es un impuesto que grava el resultado contable de las personas jurídicas. El tipo general del gravamen del impuesto de sociedades es del 25%, por lo que este impuesto supone el 25% de los beneficios de la sociedad. Ahora bien, ¿Qué pasa si la sociedad no tiene beneficios en un determinado ejercicio fiscal? Sencillamente que no paga impuesto de sociedades.
Por lo tanto, percibir un salario a través de una mercantil en vez de directamente como persona física, supone una minoración en el tipo impositivo a aplicar, que se traduce en una cantidad inferior de euros a abonar al erario público.
Iñaki Urdangarín y Aizoon SL
El fraude, no está en la constitución de una empresa para percibir retribuciones a través de ella, sino en la no aplicación o aplicación incorrecta de las normas que rigen las operaciones entre el socio, Urdangarín, y la sociedad, Aizoon SL.
En el caso que nos ocupa, Urdangarín, utilizó la sociedad Aizoon SL para percibir rentas derivadas de su propia actividad personal. Empresa que como ya se ha dicho, está participada al 50% por la Infanta Cristina y por el propio Urdangarín.
Para que se demuestre un delito fiscal, la Agencia Tributaria tiene que emitir un informe que lo corrobore y lo cuantifique. En este caso, Hacienda señaló que Urdangarín dejó de ingresar 182.005 euros de IRPF en 2007 y 155.138 euros en 2008. Estas cifras superan el umbral delictivo que el Código Penal fija en 120.000 euros por ejercicio fiscal. Es por esta razón, por la que Iñaki Urdangarín es acusado de dos delitos de fraude fiscal.
Repercusión mediática
En los últimos años, ha aumentado el número de operaciones policiales llevadas a cabo contra organizaciones criminales cuyo principal objetivo era el fraude fiscal, ya que esto supone una importante pérdida de ingresos para el erario público.
Las organizaciones criminales que por ejemplo, operan en el marco del mercado de hidrocarburos, o en el marco de la importación, distribución y venta de mercancía proveniente de China, generan fraudes fiscales de cientos de millones de euros.
La desarticulación de este tipo de delincuencia, denominada blanda en algunas ocasiones, no suele gozar de una gran repercusión mediática, ya que al no vincularse con delitos de sangre. No obstante, el fraude fiscal genera numerosos problemas a la economía de un país, que van desde el aumento de la economía sumergida a la puesta en peligro la libre competencia.
¿Por qué goza de tanta repercusión entonces el caso Noos? Evidentemente, porque Urdangarín es el marido de la Infanta Cristina, pero también porque a pesar de tratarse de un fraude fiscal de pequeñas dimensiones si lo comparamos con los citados, la justicia acusa a Urdangarín de otros 4 delitos en los que su papel como yerno del Rey, ha favorecido la comisión de los delitos. De hecho, de los 5 años y 10 meses de prisión a los que ha sido condenado, solo 2 son como consecuencia de los 2 delitos fiscales.